La cocina de Clara: ¿Cómo mantener una cocina frugal y deliciosa?

7.25.2021

Frugalidad y ahorro


Introducción

Durante casi un mes en la zona de Bogotá donde vivo, no se encontraba en ningún supermercado azúcar. Llegó un momento en el que subió de precio de la verdura, hasta el triple antes de las protestas y los huevos se hicieron incomprables. Al no tener un empleo estable, mercar se complicó sobretodo, para abastecerse de lo básico.

Pero, como en la historia, en la economía hay eventos que se repiten aunque lleguen disfrazados de algún tipo de movimiento social o político, esa crisis en la canasta familiar puede compararse, con la crisis de 1929, no desde la banca y los inversionistas, sino desde el ciudadano de a pie, tu y yo.

Hoy te hablaré de un caso especial, el canal de Clara Cannucciari llamado Cocina en la Gran Depresión. Se llama así, porque parte de su vida transcurrió dentro de la depresión de 1929, donde los alimentos y los recursos eran muy escasos.

Hay canales de cocina sofisticados, a medida que la situación del cocinero mejora por las visualizaciones, mejora su equipo tanto de producción como de cocina, sin embargo, parte del encanto de es canal es que sus utensilios, siguen siendo los de su historia.

Clara, murió en 2013 con 98 años de edad. El canal nació en 2007 cuenta con más de 800.000 suscriptores, ocasionalmente su familia sube algún video remasterizado y sus recetas están publicadas en un libro y en dvd.

Este audio está inspirado en las anécdotas que compartió en su show, que sigue en Youtube, administrado por su nieto Christopher. Y no, no es un artículo promocionado, ni nada parecido.







    En Chicago [durante la Gran Depresión], una multitud de unos cincuenta hombres hambrientos se peleó por un barril de basura colocado frente a la puerta trasera del restaurante ~ William E. Leuchtenburg, Franklin D. Roosevelt and the New Deal, 1932-1940~


    El contexto, una depresión económica en el bolsillo.



    Investigando para este audio, en varios documentales y textos, las opiniones están divididas, hay autores que dicen que toda la crisis de esa época fue un montaje del gobierno, otros afirman que en efecto fue tan grave que los suicidios y la ruina masivos eran comunes, y hay quienes apuntan a que la culpa fue de los presidentes de turno Hoover y Roosevelt.

    Sin embargo, creo que son más fiables los testimonios de las personas anónimas que se han vuelto públicos por su descendencia que recuerdan lo que pasó con dolor y cariño.

    Desde un punto de vista sencillo para el consumidor, lo que pasó fue que hubo un exceso de consumo por el acceso al crédito y a comprar, que no se controló. Las empresas fabricantes de bienes, como la de los muebles, empezaron a generar un exceso de producción, que no se vendía.

    Debido entonces al naciente consumismo y la creciente deuda de los hogares y del ciudadano común (no solo el millonario), se formó una burbuja, cómo de la que te hablé en el capítulo anterior. La burbuja se reventó, la tasa de desempleo se exageró, poco dinero y mucha deuda, porque quienes vendían a crédito o prestaban dinero, lo querían de vuelta.

    Una de las esperanzas de Clara era que nadie tuviera que pasar, por lo que muchas familias pasaron en esa época, crisis que no duró un año ni dos sino cerca de 10 años, la historia dice que fue hasta el 35, quedamos con la duda porque hay familias que dicen que fue una larga década.

    Según testimonios, ¿Qué era les preocupaba a las familias pobres o que se arruinaron en esa época? No era el gobierno, ni políticos, ni presidentes, era llevar el pan a la mesa. Por esa década, prácticamente se eclipsó el sueño americano.

    La sorpresa no era empobrecerse, pobres siempre vamos a tener, dice Jesús. Lo sorprendente de una situación así, es la capacidad de supervivencia de la que todos estamos dotados, y subestimamos.

    Pasar hambre, enseña que si en la abundancia la alimentación es frugal, es decir se es prudente, medida; en la escasez, el impacto no es del todo negativo, por que ya te creaste una dieta sencilla.

    Fue la influencia de la Gran Depresión, el reciclaje, la frugalidad, el abastecimiento hasta el punto de acaparar por miedo a quedarse sin. Ella [Rhea Leen] recordaba haber llegado a casa de la escuela antes de que Jean [Billie Jean Parker] saliera del trabajo a una casa fría y vacía, y encontrara solo una lata de sopa en el armario, calentara la sopa y comiera solo la mitad, guardando el resto para la tía. Más bien recordó ... cuando su padre tomó un trabajo como conserje porque sus ahorros se habían agotado en la crisis de 1929 y no había otros trabajos. A partir de entonces, siempre desconfió de los bancos, negándose a hacer negocios con ellos, prefiriendo enterrar su dinero en el patio. ~ John Neal Phillips, My Life with Bonnie and Clyde~


    Mercar en tiempos de crisis.



    En las familias estadounidenses las escenas eran parecidas a estas después de octubre del 29: cenas repetidas pero cocinadas de diferentes formas con solo dos ingredientes, en medio de un desempleo desolador, como el padre de Clara que duró seis años sin empleo. No se aleja mucho de hogares colombianos.

    Todo era hecho en casa, los dientes de león que nacían en el jardín, ingrediente para ensaladas, los pollos que podían criar, poco procesado y dulces naturales también hechos en casa completaban la alacena.

    Sentarse alrededor de la estufa porque no había otra forma de calentarse en invierno. Dejar la secundaria porque no había cómo comprar nada para poder ir a estudiar.

    Clara insistía en que a pesar de no poder comprar o comer todo lo que se deseaba, se sobrevivió, éramos felices con lo que teníamos, pobres pero felices, dijo.

    Sin usar nada lujoso ni costoso, su familia comía bien, en sus palabras “delicioso y nutritivo” a veces uno piensa que para comer bien debe tener su alacena llena de todo, pero pensar así, hace parte de la confusión creada por el consumismo.

    La pandemia nos deja claro, que lo más seguro es que haya una recesión económica mundial al menos por unos 5 años, para el colombiano, no es rara la crisis, aquí nos rebuscamos la vida.

    Eso quiere decir que para salir de tal situación, tendrían que pasar cerca de 10 o más años, una generación prácticamente. Lo que debe decirnos como ciudadanos comunes y corrientes que hay que preparar nuestro bolsillo y estómago para usar el dinero de forma inteligente y consumir frugal.

    Las anécdotas de Clara sugieren que en medio de todo hay esperanza. A ella le preguntaban: ¿Cómo hiciste para sobrevivir a esa situación tan difícil? Ella contestaba, la parafraseo: tenía esperanza, siempre hay que confiar y pensar en positivo, de que todo va a mejorar.

    Creo que tan compleja fue esta situación para ella y su familia, que se quedó con muchas de las cosas aprendidas para administrar su hogar y educar a sus hijos, como esposa, porque todavía y así se ve en su canal, tenía la estufa antigua que usaba ya casada, utensilios de cocina muy viejos, pero tan cuidados que no había necesidad de comprar otros.

    Disfruta de la frugalidad, un slogan que acuñaron en la portada del canal, invitando a disfrutar en pleno lo poco que se tiene, no es una negación para tener o trabajar para conseguir, sino para ser sensatos a la hora de usar. Igual tu no sabes si lo que te sobra, le está haciendo falta a alguien más.

    Clara decía:

    “La gente no se da cuenta de lo fácil que lo tienen estos días. La mayoría de los niños nunca han sabido lo que es estar sin nada. Quieren algo, lo consiguen. Si no hay suficiente dinero, lo cargan a crédito. Nunca quisimos nada porque nunca nos dimos cuenta de que podíamos tener algo. Nunca perdimos lo que nunca tuvimos. Las cosas eran mucho más simples en ese entonces y éramos más fuertes por eso. Trabajamos juntos para mantener la casa en orden, para poner comida en la mesa. Mantuvimos las cosas en marcha".

    Algo encantador del show y experiencia de Clara es la facilidad con la que cocina algo delicioso con tan poco.

    Aquí en Colombia, para una familia de 4 personas, por ejemplo, el salario mínimo no alcanza a cubrir las necesidades básicas, en parte, y hay que reconocerlo, porque la canasta básica, de quienes ganamos el mínimo, busca productos para una dieta cuya base es la carne (cualquiera que sea), los fritos y procesados.

    Aunque nuestra comida típica es deliciosa, realmente, no es la más barata, ni para el bolsillo ni para la salud.

    Si el dinero en el hogar es poco, esta lista de mercado te será útil, sumada a las recetas de Clara, tendrás una alacena simple pero nutritiva:
    • Pasta
    • Cebolla
    • Aceite de oliva
    • Sal y pimienta
    • Azúcar y canela
    • Papas
    • Mantequilla
    • Tomates
    • Galletas
    • Huevos
    • Lenteja
    • Arroz
    • Berenjena
    • Manzanas
    • Café

    Como te das cuenta, esta lista excluye alimentos procesados, lo que la hace asequible, frugal y nutritiva.

    Clara decía que en casa su pregunta era: ¿Qué vamos a comer hoy? Y la respuesta era algo como: hoy papa con arveja, mañana pasta con papa, pasado mañana, papa asada y algo así cuando el ingrediente principal era la papa.

    Para dos personas, estaría bien un mercado como ese, mientras pasa la crisis y la situación mejora.

    De las grandes facilidades que tenemos aquí en Colombia, más bien una gran bendición, es que vegetales, frutas, legumbres y casi todo producto agrícola es realmente económico.

    Tengo entendido que en otros países, los mismos productos agrícolas son más costosos, por lo que la opción de una canasta como la de Clara es válida, para familias que no tengan la facilidad de una plaza de mercado económica y verde, como las que tenemos en Bogotá.

    Parece que ella se dispuso luego de la crisis, ya con su propia familia siguió con ese estilo de vida, cierto es que una gran crisis conlleva grandes lecciones y si hubo que aprenderlas, lo mejor sería mantenerlas.

    Te invito a hacer un ejercicio, donde quiera que me escuches, haz la la cuenta de lo que te costaría una lista como la que te nombré, en mi caso, serían unos $100.000COP, es decir, unos $26USD, pos protestas en Colombia. Antes de las protestas eran unos $16USD, para una provisión de productos como: lechuga, espinaca, brócoli, cebolla, tomate, papa, apio, unos 5 tipos diferentes de fruta, entre otros, en una tienda de barrio al sur de Bogotá, por ejemplo.

    Puedes contarme el resultado, en los comentarios si me escuchas en Youtube o en Instagram en el corto de este audio.

    Nadie puede haber vivido la Gran Depresión sin haber sido marcado por ella. Ninguna experiencia desde la depresión puede convencer a alguien que la ha vivido de que el mundo es seguro económicamente. ~Isaac Asimov~

    Puedes convertir los limones en limonada y las patatas en casi todo lo demás.



    Alguien también decía que la creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.

    Según Clara la crisis económica, enseñó a todo el mundo a ser recursivo, lo que significó hacer con los mismos ingredientes, diferentes recetas, combinar para lograr sabores que no aburrieran. Por supuesto, que con hambre, todo sabe rico.

    Entre recetas que se pueden aprender de ella: patata horneada, papa con salchicha y cebolla, spaguetti en dos formas, y pan horneado en casa.

    Una de las recetas que más puede llamar la atención es una ensalada con las hojas de diente de león que se recogen en el jardín o en la calle, aquí en Bogotá no lo recomiendo. Pero tal era la necesidad que urgían productos que reemplazaran otros.

    Escuchándola, uno se da cuenta de que siempre hay los medios, los recursos y las capacidades, solo hay que salir a buscarlos, no se podía decir lo mismo del dinero porque durante esa larga crisis, era lo que menos había.

    Hoy las posibilidades y alternativas son mucho mayores, aunque el individualismo y la supervivencia egoísta nos ha privado del privilegio de aprender a ayudarnos entre familias y comunidades. Por supuesto, pensar así no es comunismo, que de común no tiene nada, pero tampoco es capitalismo salvaje.

    “Realmente nunca, nunca tiramos nada. ¿Crees que sabes sobre reciclaje? Nosotros lo inventamos. Tuvimos que. Estábamos desesperados. A veces, quizás lo único con lo que teníamos que preparar era un par de papas horneadas sobrantes del fin de semana, y eso era todo lo que había para comer. No nos importaba mucho. Mamá las volvía a hornear. Las papas horneadas dos veces realmente fueron un placer para nosotros, y nunca nos quejaríamos cuando ella las sirviera ".

    Si te das cuenta, parte de los canales en YouTube más populares son los de hazlo tu mismo, cosas que podríamos hacer en casa, que nunca hacemos.

    Recordar lo que hubo que hacerse en un momento de crisis, ayuda a valorar la frugalidad y a partir de ello se puede crear algo.

    Es hora de comenzar a llamar a la situación actual lo que es: una depresión. Es cierto, no es una repetición completa de la Gran Depresión, pero eso es un consuelo frío. El desempleo en los Estados Unidos y Europa sigue siendo desastrosamente alto. Los líderes y las instituciones son cada vez más desacreditados. Y los valores democráticos están sitiados. En ese último punto, no estoy siendo alarmista ~ Paul Krugman, Premio Nobel de economía~

    Los 5 tips de supervivencia de Clara.



    1. La familia: La familia era muy importante para nosotros. Era una de las únicas cosas que teníamos y lo que se mantenía firme. Algunos de los mejores momentos que tuvimos fueron los momentos en que estábamos todos juntos. No importaba lo que estábamos haciendo. Durante las vacaciones o simplemente en una tarde de fin de semana, el objetivo era estar juntos. No parece haber tanto de eso hoy. La gente está tan ocupada. Pero la familia lo es todo ". Es cierto, cuando ella habla de que no hay tantos lazos familiares por la ocupación de la gente sumado a esas ganas de abortar y querer deshacerse de los enfermos, en lugar de ayudar para que haya lazos familiares más fuertes, la estructura familiar tan fuerte como la que gozo Clara, está en vía de extinción, lo que significa ciudadanos más débiles, egoístas y aislados.
    2. Tener un jardín: sembrar y cultivar no es tan difícil como aparenta, así como se trabaja una carrera profesional u oficio, un jardín necesita de atención y estudio, además, los alimentos cultivados en casa, tienen un sabor diferente, delicioso, hasta dulce, que no se comparan con los del mercado. Ensaya.
    3. Usar y reusar: ya sabes que en estos audios hablo de obsolescencia, tanto material como personal, y de ese gusto innecesario de vivir comprando cosas para después tirarlas. Clara cuenta que su mamá reciclaba la comida, ¿Cuánta comida botamos al día, simplemente porque ya no se nos antoja? Este tip me recuerda a un corto documental llamado la Isla de las flores, para aprender el valor de un tomate.
    4. Prepara tus propias comidas: Clara decía que eso ahorraba dinero, más allá del ahorro, la comida casera es como una comunión, crea lazos, une, realmente no importa quién cocine, lo importante es que se comparta esa comida. No es casualidad ni capricho, cuando le preguntas a una persona por qué no ha comido y ella contesta: “No me gusta comer sola”.
    5. Come saludablemente: en crisis es importante mantener la salud, Clara con 98 años toda su vida se mantuvo saludable, ella hace responsable al aceite de oliva, pues casi para todas sus recetas lo usaba. Se cree que la comida orgánica es un lujo de algunos, cuando cultivar en casa resulta súper natural y sano.


    Escuchaba hace un tiempo a un sacerdote, cuyos padres alemanes huyeron del régimen hitleriano, porque no estaban de acuerdo con el, decía que para comer pan por ejemplo, mezclaban aserrín con la harina, ellos superaron esa época y para hoy esa pareja que escapó, dejó un familia de más de 60 miembros, de diferentes nacionalidades, recordemos que estamos creados para vivir, sobrevivir y poblar la tierra.

    Un último recurso, por hoy, de frugalidad es que cuadno tengas abundancia de recursos, una alacena llena, continues con una dieta frugal, de manera que cuando lleguen las vacas flacas el impacto no te golpee tan fuerte, porque ya estás acostumbrado.

    Lo digo de nuevo, no es tacañería es frugalidad, vivir muy bien consumiendo poco, para darle valor a lo que realmente te interesa.

    Los últimos años de Clara parecen haber pasado entre los mimos de su familia, sus recuerdos, la cocina conservada como un museo y su sonrisa maravillosa. Fue muy bonito cuando para la última receta de su canal dijo: “Este es el último show, ya soy bastante vieja”

    Si esos bienes son míos, ¿no puedo conservarlos? Pero dime: ¿qué es tuyo en realidad? ¡Dónde lo has conseguido? ¿De dónde los has sacado?
    Si cada uno tomara lo que necesita para satisfacer sus necesidades y dejara el resto para las necesidades de los demás, ¿habría acaso ricos y pobres? ~ San Basilio, 329-379~

    Las recomendaciones de este audio:


    El canal del Clara por supuesto, revisa las recetas tan simples pero tan deliciosas, no necesitas entender mucho el idioma, porque, hace la receta completa.

    Great depression cooking


    El corto documental de la Isla de las flores, para no subestimar nada de lo que tengamos en la alacena.




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